SALMAN KHAN Y "LA ESCUELA DEL MUNDO"

Por ERIK ARRANZ JIMÉNEZ

La escuela del mundo es un libro escrito por Salman Khan en el que nos habla sobre la historia de la “Khan Academy” y su opinión sobre la educación actual y sobre cómo debería evolucionar esta. Su principal objetivo es una educación accesible y gratuita para el mundo. Además, es un gran defensor de la innovación y el cambio educativo.

Este libro es relativamente corto y sencillo de leer y, de él, se pueden extraer varios consejos e ideas para llevar al aula. De hecho, en alguna entrada anterior he sacado ideas de este libro. Por ejemplo, en la entrada “Derribando barreras” entre otras. Veamos algunos de los temas que trata:

 

Lecciones en lineaEl aula invertida

¡Por supuesto! ¿Cómo no? El primer tema que me viene a la mente después de leer el libro es… ¡El aula invertida! Salman Khan defiende la idea de sacar del aula la tradicional clase meramente expositiva y, así, fomentar el aprendizaje a distintos ritmos, el aula activa, el aprendizaje significativo, derribar barreras (como dije en este post), … En fin, en todas sus propuestas de mejora acaba siendo necesaria, de una manera u otra, el aula invertida.


“Si las clases dejan de ser conferencias, el profesor puede dedicar más tiempo de atención a cada alumno; los buenos profesores conseguirán en mayor medida lo que los impulsó a elegir su profesión: ayudar a los jóvenes a aprender.” (Khan, 2019, p.121)


 

Capacidad de atención del alumnado

Alumno aburridoClases al estilo conferencia de una hora (en la universidad incluso de dos o más horas) manteniendo al alumnado sentado e inactivo, pero importante, ¡que esté atento! Que esté atento porque -como se dice en la Fórmula Uno- si parpadeas te lo pierdes. Y, esto, a diferencia de la Fórmula Uno no queda grabado. Así que, olvídate de rebobinar si te lo has perdido. En fin, que me caliento y vuelvo a la clase invertida.

Nuestro querido Khan, por supuesto, se posiciona en contra del aula estilo conferencia. Hace referencia a distintos estudios que muestran que la capacidad de atención del alumnado en general se sitúa entre los 10 y 18 minutos. A partir de ese momento es muy probable que perdamos a un gran número de alumnos, ¿por qué insistir entonces en extendernos una hora? Lo ideal será entonces combinar explicaciones con tareas activas y que no requieran de atención exclusiva al profesor. Es decir, tareas, aprendizaje basado en proyectos, gamificación, trabajo cooperativo, … En definitiva, independencia y autonomía.

Relacionado con esto, recomienda una duración para los videos explicativos que se manden para casa (o que se reproduzcan en el aula). La duración ideal parece ser de alrededor de diez minutos. Y la verdad, que esta duración coincide con diversos estudios que he estado leyendo para mi Trabajo de Fin de Máster. Así que parece que hay convenio en eso.

 

Aprendizaje a distintos ritmos

Aprendizaje ritmosTenemos un sistema educativo que traslada una homogeneidad educativa a las aulas. Pese a que existan las aulas de PMAR o grupos de apoyo, no es suficiente o no está bien orientado. Es necesario tratar de individualizar al máximo el aprendizaje, en la medida de nuestras posibilidades. Al fin y al cabo, cada alumno puede necesitar seguir su propio ritmo. Las clases de estilo expositivo obligan a seguir un ritmo completamente uniforme. Si alguien pierde un poco ese ritmo puede verse muy perjudicado y si alguien pudiera ir a un ritmo mayor puede aburrirse y desconectar.


“En un entorno académico tradicional, el tiempo destinado al aprendizaje de un tema es fijo, mientras que la comprensión del concepto es variable. Washburne quería lo contrario: lo fijo debería ser un alto nivel de comprensión, y lo variable, la cantidad de tiempo de que disponen los estudiantes para comprender un concepto.” (Khan, 2019, pp. 44-45)


 

Enlazar temas

Enlazar contenidosAcabar un tema y comenzar otro, acabar una hora y comenzar otra, acabar una asignatura y comenzar otra, acabar un curso y comenzar otro, … Parece que muchas veces se crea una separación entre todo esto, cuando en realidad todo está relacionado. Esto invita a que, al acabar, se almacene la información en un cajón y se abra otro diferente para lo siguiente cuando, en realidad, el aprendizaje debiera ser un continuo. Nada de separar en cajones, se debe utilizar una piscina entera (olímpica si es necesario) en la que cada gota de agua sea un nuevo conocimiento y que, al añadirlo, se combine y relacione con los demás. Una piscina en la que poder bucear y rodearte de moléculas de agua que provengan de distintos momentos y aprendizajes de la vida.


«Para mí, un tema nunca queda cerrado. Ningún concepto está aislado de otros. El conocimiento es continuo y las ideas fluyen. Un ejemplo lo tenemos en lo que en la Academia Khan llamamos «mapa del conocimiento».»  (Khan, 2019, p.54)


Aprendizaje activo

Aprendizaje activo

Ya lo hemos comentado antes, independencia y autonomía. Los alumnos deben aprender a controlar su propio aprendizaje para seguir su propio ritmo y esto les convierte en parte activa de su proceso de aprendizaje.


«El aprendizaje activo, controlado por el propio alumno, empieza también cuando damos a cada uno libertad para determinar dónde y cuándo van a aprender.» (Khan, 2019, p.60)


 

Exámenes y deberes

Examenes y deberesSon un clásico y una característica definitoria del sistema tradicional de educación. Aquí no se trata de abolirlos o posicionarnos completamente en contra, pero sí de optimizarlo para no perjudicar la vida y el futuro de los alumnos.

Los deberes pueden llegar a ser frustrantes y robar mucho tiempo vital que pudiera estar mejor empleado en otras actividades, pero esto ya lo tratamos en este post, por lo que no entraré más en el tema.

En cuanto a los exámenes, podemos estar de acuerdo en que la nota de un examen no suele ser representativa de lo que realmente sabe un alumno. Hay múltiples factores que influyen en el aprobado o suspenso de un examen. Desde luego, la mejor forma que se me ocurre de evaluar a un alumno es la evaluación continua, observando de la forma más individual posible y prestando atención a su evolución y su proceso de aprendizaje.


“Lo lamentable es que nuestro actual sistema de exámenes y notas tiende a desechar a las personas creativas, que piensan de forma distinta y tienen más probabilidades de realizar contribuciones importantes en un campo.” (Khan, 2019, p.100)


 

Mirando hacia el futuro

Escuela del futuro“Aprender a aprender” -una de las competencias clave a trabajar en la programación didáctica- es de vital importancia para preparar al alumnado para el futuro. Somos incapaces de visualizar lo que será el futuro y, por tanto, de conocer lo que esos alumnos necesitarán saber para desenvolverse en su vida y su trabajo. No solo por que no sepamos por dónde les llevará la vida, sino porque el ritmo de evolución y cambio de la tecnología y la sociedad es tan alto que existirán puestos de trabajo que no podemos ni imaginar hoy. Para esto, es necesario que sean capaces de adaptarse a las nuevas situaciones y esto implica no dejar de aprender y saber adaptarse a nuevos entornos y situaciones. Así pues, el “aprender a aprender” de hoy es lo que les permitirá adaptarse y evolucionar mañana.


“La certidumbre del cambio, junto con un par de incertidumbres como la naturaleza precisa de ese cambio, tiene implicaciones muy profundas y complejas en nuestra visión de la educación. Sin embargo, para mí hay algo básico que salta a la vista: si no podemos predecir lo que los jóvenes tendrán que saber dentro de diez o veinte años, todo lo que les enseñemos es menos importante que cómo les enseñamos a autoeducarse.” (Khan, 2019, p.178)


 

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